Abrazados en las noches
a la zaga del olvido
buscábamos con angustia
en dialogo con las sombras
tantas cosas no vividas
esperando
deseando
caminando
Y en el amanecer inesperado
salia la niebla y la llovizna
la misma respuesta fría
burlona, taciturna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario