lunes, 2 de septiembre de 2013

Fragmennto EL PADRINO

Hagen comprendió que los policías creen en la ley y el orden de una forma muy inocente. Un policía cree en ellos mas que el publico a quien sirve, porque de ellos, de la ley y el orden , deriva ese poder personal que el ama tanto o mas que el resto del mundo. Sin embargo, en la policía late siempre una especie de resentimiento contra el publico a quien sirve. Siendo al mismo tiempo su guardián y su servidor, como guardián resulta desagradable, ofensivo y exigente, mientras que como servidor es astuto, peligroso, y esta lleno de hipocresía. Tan pronto como una cae en las manos de la policía, el mecanismo de la sociedad al que el policía defiende  pone en juego todos sus recursos para arrebatarle su presa. Las sentencias las dictan en realidad los políticos. Los jueces suspenden las sentencias dictadas contra los peores delincuentes. Los gobernadores de estados, e incluso el presidente de la nación, conceden indultos plenos de los que se benefician aquellos cuyos abogados no lograron conseguirles la libertad. Y así es como después de algún tiempo el policía ha logrado aprenderse la lección: ¿por que no beneficiarse el de los tributos que pagan muchos de estos delincuentes? a fin de cuentas el arriesga su vida, y eso debe tener su premio.

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